Para los tibetanos, no tenía nada de abominable
Para los tibetanos, no tenía nada de abominable
Para los tibetanos, no tenía nada de abominable
La expresión “Abominable Hombre de las Nieves” no es más que una traducción errónea de Charles Howard-Bury. Durante la expedición de 1921 interpretó el tibetano metoh kangmi, u “hombre-oso de las nieves” como metch kangmi. Es decir, “sucio hombre de las nieves”, que luego el periodista Bill Tilman publicó como “Abominable Hombre de las Nieves”
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Fuentes
Turin Truet, Laura Anne Gilman. "Searching for Yeti: The Abominable Snowman". Ed. The Rosen Publishing Group, 2011. ISBN: 9781448847648. Pág. 11 http://books.google.cl/books?id=IPLPwK5331UC&pg=PA11