“Nadie muere mientras su rey obedezca a su entrepierna”
“Nadie muere mientras su rey obedezca a su entrepierna”
“Nadie muere mientras su rey obedezca a su entrepierna”
Cuando el rey francés Felipe Augusto repudió a su recién desposada mujer y la reemplazó por una noble bávara, el Papa Inocencio III dictó un interdicto sobre Francia en 1200. Durante ocho meses, las iglesias fueron clausuradas, los servicios religiosos suspendidos y hasta a los cadáveres se les negó cristiana sepultura.
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Fuentes
"A History of France from the Earliest Times to the Establishment of the Second Empire in 1852". Ed. Harper & bros., 1873. ISBN: 9780742538405. Pág. 147 http://books.google.com/books?id=9sfUAAAAMAAJ&pg=PA147