“Calcio no le va a faltar al rancho al menos”
“Calcio no le va a faltar al rancho al menos”
“Calcio no le va a faltar al rancho al menos”
Durante la Guerra del Pacífico, un subteniente vio morir de tifus a un buen amigo en Huancayo y decidió llevar los restos mortales a la familia en Chile. O bueno, lo que fuera viable. Exhumó el cadáver, lo hirvió para separar esqueleto y carne, volvió a hervir los huesos para limpiarlos, los secó con un enjuague con alcohol y los cargó en una caja de lata el resto de la campaña.
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Fuentes
Paz Larraín Mira, Ángel Soto. "Anécdotas de la Guerra del Pacífico". Ed. Centro de Estudios Bicentenario, 2006. ISBN: 9789568147358. Pág. 53