“Son los incentivos, estúpido”
“Son los incentivos, estúpido”
“Son los incentivos, estúpido”
En la década de 1930, el paleontólogo Gustav Heinrich Ralph von Koenigswald excavaba una zona indonesia rica en restos de Homo erectus. De modo de catalizar los hallazgos, pagaba a los locales diez centavos por pieza de homínido.
Tras un tiempo de este arreglo, descubrió con horror que estaban triturando los fósiles de mayor tamaño para recibir más plata. Así, las mejores piezas se perdieron para siempre.
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Fuentes
Bryson, Bill. "A Short Story of Nearly Everything". Ed. Black Swan, 2004. ISBN 0552997048. Pág. 528