“¿Quién no se marea con 24 cuadros por segundo?
“¿Quién no se marea con 24 cuadros por segundo?
“¿Quién no se marea con 24 cuadros por segundo?
En 1895, el famoso cineasta Georges Méliès asistió a la primera presentación de los hermanos Lumière. En el acto ofreció diez mil francos por la tecnología. Los Lumière los rechazaron. Subió la oferta a veinte mil, y luego cincuenta mil. “Joven, me lo agradecerá”, le dijo el padre de los inventores, “La Invención de mis hijos no está a la venta. Lo arruinaría. Puede ser explotada por un breve lapso como una curiosidad científica. Más allá de eso, no tiene futuro comercial”.
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Bonus Track
En una famosa escena de “Asalto y Robo en un Tren” (1903), el jefe de los forajidos apunta a la cámara y vacía el tambor de su revólver. La cinta se distribuía indicando que podía ubicarse tanto al inicio como al final. Todas las copias conocidas la pusieron al final. Frente a audiencias aún no habituadas a este tipo de efectos, la treta hizo a muchos recular en sus asientos, y a más de uno desmayarse.
Fuentes
Georges Sadoul. "Histoire générale du cinéma". Ed. Denoël, 1947