Relato del último concierto en vivo que brindó Beethoven:

“Al primer sforzando, extendió sus brazos tan a lo ancho que tumbó al suelo las lámparas del piano. La audiencia rio, y Beethoven estaba tan indignado ante el disturbio que hizo a la orquesta cesar de tocar y comenzar de nuevo. [Ignaz von] Seyfried, temiendo que una repetición del accidente ocurriese en el mismo pasaje, pidió a dos chicos del coro situarse a cada lado de Beethoven, y sostener las lámparas en sus manos. Uno de los chicos inocentemente se aproximó más cerca, y estaba leyendo también en las notas de la parte del piano. Cuando vino el fatal sforzando, recibió de la mano derecha lanzada de Beethoven un golpe tan certero en la boca, que el pobre chico dejó caer la lámpara de terror. El otro chico, más cauto, había seguido con sus ojos ansiosos cada movimiento de Beethoven, y agachándose repentinamente al acontecido instante evitó la bofetada en la boca. Si el público era incapaz de contener la risa antes, ahora mucho menos, y estalló en un rugido bacanal cualquiera. Beethoven se encolerizó de tal manera, que a los primeros acordes de la pieza solista, la mitad de la docena de cuerdas se rompió”.

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Fuentes

Oscar George Theodore Sonneck. "Beethoven: Impressions by His Contemporaries". Ed. Oscar George Theodore Sonneck. ISBN: 9780486217703. Pág. 97 https://books.google.cl/books?id=Rf5UyMLiWyoC&pg=PA97