“Estas plantas solo quieren divertirse”
“Estas plantas solo quieren divertirse”
“Estas plantas solo quieren divertirse”
Trofim Lysenko, el director del programa agrícola soviético durante la década de 1930, creía que las adaptaciones que un organismo lograba a lo largo de su vida podían ser traspasadas a su descendencia. En consecuencia, envió millones de plantas de trigo a Siberia para “reeducarlas”. Como resultado, la URSS se vio forzada a importar cada vez más harina de Estados Unidos.
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Fuentes
Yuval Noah Harari. “Homo Deus”. Ed. Debate, 2016, ISBN: 978-8499926711. Localización 6363