Hipersensibilidad atómica

Hipersensibilidad atómica

Hipersensibilidad atómica

El oído, el hipersensor del cuerpo humano

Las células ciliadas del oído interno son tan sensibles que pueden ser activadas con movimientos o elongaciones de 100 picómetros. Esto es la décima parte del radio de un átomo de hidrógeno. El oído como un conjunto puede captar niveles de energía que no son más que la centésima parte de la energía contenida en un solo fotón.

La cóclea, también parte del oído interno, puede distinguir intervalos de 10 microsegundos. Es decir, si una fuente emisora ubicada a tres metros se mueve siete centímetros para un lado, podemos detectarlo solo por la diferencia de tiempo de arribo entre un oído y otro.

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Fuentes

Daniel J. Levitin. “The World In Six Songs”. Ed. Dutton, 2008. ISBN 9781101043455. Localización 3561