Hasta inicios del siglo XIX, se practicaba en Gran Bretaña un pasatiempo llamado bull-baiting (hostigamiento de toros). Perros especialmente entrenados se abalanzaban sobre un toro, normalmente atado a un poste, intentando sujetar su hocico con los dientes. Con el tiempo, se perfeccionó una raza con la nariz hundida, que le permitía mantener sujetado al toro sin verse obligado a abrir sus mandíbulas para respirar.

Es el origen del bulldog, y la explicación de su nombre.

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Fuentes

1-Harriet Ritvo. "The Animal Estate: The English and Other Creatures in the Victorian Age". Ed. Harvard University Press, 1987. ISBN: 9780674037076. Pág. 108 https://books.google.cl/books?id=zjpbtAkHNwQC&pg=PA108

2-Edward Dolnick. “The Clockwork Universe”. Ed. Harper Collins, 2011. ISBN 9780062042262 Localización 1120