En 1964, la CIA gastó el doble por votante en las elecciones presidenciales de Chile, apoyando a Eduardo Frei Montalva, que la suma de los candidatos republicano y demócrata en las elecciones estadounidenses del mismo año. Fueron US$4 millones “en unos 15 proyectos de acciones clandestinas, desde organización de pobladores de campamentos a la transferencia de fondos a los partidos políticos”. Sin que Frei fuera informado, más de la mitad de su campaña fue financiada por la CIA a través de intermediarios identificados como hombres de negocios.

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Parte de esta plata fue canalizado a una campaña del terror, dirigida sobre todo a las mujeres, interpelándolas en su condición de madres y esposas. De ganar el socialista, insinuaban, habría robos y asesinatos de niños a manos de los ateos marxistas. Un anuncio radial comenzaba con una ametralladora y los gritos de una mujer por la muerte de su hijo en manos de comunistas. Acto seguido, una voz masculina decía “para evitar esto en Chile, vote por Eduardo Frei”. Remataba con otra salva de ametralladora.

Fuentes

Senado de Estados Unidos. “Covert Action in Chile, 1963-1973”. GPO, diciembre de 1978. Págs. 14-17. Comparación en: Arturo Valenzuela. “The Breakdown of Demcratic Regimes: Chile”. John Hopkins University Press, 1978. Pág. 118