Más que una pasión, un sentimiento (un sentimiento maléfico)
Más que una pasión, un sentimiento (un sentimiento maléfico)
Más que una pasión, un sentimiento (un sentimiento maléfico)
Con Carlos Bilardo de entrenador, Estudiantes de la Plata practicó lo que se motejó como el antifútbol. Todo valía: clavos disimulados en las medias, pomada urticante en los dedos, lo que fuera. Para un partido de la Libertadores que se jugaba en simultáneo con otro, Bilardo hizo explotar una bomba casera en el ascensor camino a la cancha, con lo que consiguió que aplazaran dos horas el inicio. Para el pitazo inicial, ya sabían que les bastaba el empate. A un jugador de Independiente que mató por accidente a un amigo en un viaje de caza, le gritaron “asesino” durante todo el juego.
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Fuentes
Alfredo Relaño. "Tantos mundiales, tantas historias". Ed. Roca Editorial, 2014. ISBN: 9788415242673. Localización: 3921