“¡Brujas me ordeñan!”
“¡Brujas me ordeñan!”
“¡Brujas me ordeñan!”
Mientras grababa Station to Station en 1975, David Bowie vivía energizado por dosis astronómicas de cocaína, subsistiendo en base a una dieta de pimentones y leche.
Vivía en Los Ángeles en una casa plagada de antigüedades egipcias, bajo la luz de velas negras, y tan drogado que creyó ver cuerpos caer frente a sus ventanas, recibir mensajes secretos de The Rolling Stones y angustiado porque su semen había sido robado por brujas.
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Fuentes
Pegg, Nicholas. The Complete David Bowie. Ed. Reynolds & Hearn, 2004. ISBN 1-903111-73-0. Págs.. 297–300