Los imprecisos en astronomía merecen morir
Los imprecisos en astronomía merecen morir
Los imprecisos en astronomía merecen morir
En el Concilio de Nicea en el año 325, se resolvió que la Pascua debía celebrarse el primer domingo que siguiera la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. Pese a la dificultad técnica que esto significaba, durante el gobierno de emperador romano Teodosio I se declaró pena de muerte para quien celebrara el Domingo de Resurrección un día equivocado.
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El astrónomo y matemático jesuita Christoph Clavius fue uno de los principales artífices del Calendario Gregoriano, en uso hasta hoy. Sin embargo, pese a todos los cálculos, Clavius nunca dejó de creer que la Tierra era inmóvil y que el Sol y los planetas giraban en torno a ella
Fuentes
Steven Weinberg. “To Explain the World”. Ed. Harper Collins 2015 ISBN 9780062346674 Localización 1017