“Te alabamos por tus superpoderes con el tránsito lento”
“Te alabamos por tus superpoderes con el tránsito lento”
“Te alabamos por tus superpoderes con el tránsito lento”
En el verano de 1968, un ejército de unos 30.000 trabajadores chinos sofocó una revuelta universitaria. En gratitud, a Mao le pareció juicioso escoger como método de reconocimiento una donación de unos 40 mangos. Los había recibido el día anterior como regalo del ministro de relaciones exteriores de Pakistán. Pocos en el norte de China sabían lo que era un mango. Los trabajadores se pasaron toda la noche maravillados mirándolos, oliéndolos, acariciándolos. Preservaron uno en formaldehído e hicieron réplicas de cera. Los trabajadores chartearon un avión para conducir un solo mango real a Shangai. Fue transportado al aeropuerto en una procesión con tambores y muchedumbres en las calles. Cuando uno de los mangos comenzó a pudrirse, lo cocieron. El agua resultante circuló entre los trabajadores, y cada uno sorbía una cucharada. Otros se esparcieron por templos y se depositaron en los altares.
En la provincia de Guizhou, miles de campesinos armados pelearon por una fotocopia en blanco y negro de un mango.
Un dentista llamado Han Guangdi que osó comentar que la fruta no tenía nada especial y que parecía una batata fue condenado a muerte por difamación maliciosa. Lo hicieron desfilar por la ciudad y luego lo despacharon de un tiro en la cabeza. Sus hijos fueron perseguidos y su esposa se quitó la vida. De ahí en más el poblado de Fulin se quedó sin consulta odontológica.
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Fuentes
1-
Youqin Wang. "Victims of the Cultural Revolution: Testimonies of China's Tragedy". Ed. Simon and Schuster, 2023. ISBN: 9780861542956. Pág. 672 https://books.google.cl/books?id=p-d0EAAAQBAJ&pg=PT672 2-
"China's curious cult of the mango". BBC, 11 de febrero de 2016 http://www.bbc.com/news/magazine-35461265