La justicia será ciega, pero el sentido del gusto no lo ha perdido
La justicia será ciega, pero el sentido del gusto no lo ha perdido
La justicia será ciega, pero el sentido del gusto no lo ha perdido
Mathias Blau, de Chicago, persuadió a su esposa de extraer todos sus dientes. Luego se rehusó a comprarle dentaduras postizas argumentando que era más barato alimentarse de sopas que de comida sólida. En 1928 un juez lo sentenció a pagarle dos juegos de dentaduras postiza y al menos un bistec a la semana.
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Fuentes
"MEAN MAN JERKS TEETH OF WIFE TO SAVE FOOD EXPENSE". The Stanford Daily, 12 de abril de 1928. Vol. 73, Núm 27 https://stanforddailyarchive.com/cgi-bin/stanford?a=d&d=stanford19280412-01.2.52&e=07-07-1969-31-12-1970--en-20--1--txt-txIN-new+riders------