“Hoy por hoy, ni en los cuadrúpedos se puede confiar”
“Hoy por hoy, ni en los cuadrúpedos se puede confiar”
“Hoy por hoy, ni en los cuadrúpedos se puede confiar”
Durante la década de los noventa, la CIA instaló un micrófono en la habitación privada de la embajadora de Estados Unidos en Guatemala, Marilyn McAfee. Entre otras cosas, la oyeron hablando amorosamente con una chica a quien llamaba Murphy. La CIA circuló un memo en las altas esferas de Washington en el que se la acusaba de llevar un affaire lésbico y extramarital.
Murphy, en realidad, era su perrita poodle.
Comparte!
Vota!
Fuentes
Weiner, Tim. "Legacy of Ashes: The History of the CIA".Ed. Doubleday, 2007. ISBN 0-385-51445-X. OCLC 82367780. Pág. 459