El griego puede ser sofocante
El griego puede ser sofocante
El griego puede ser sofocante
Calma proviene del latín cauma, del griego kaûma, “calor”. Deriva de káiō, “quemar”, y el sufijo -ma, “resultado”, es decir “quemadura” (misma raíz de cauterizar y cáustico).
Llegó al castellano en el siglo XIII como aquel calor de verano caracterizado por falta de viento en el mar. De ahí pasó a significar atmósfera sin viento y de ahí quietud en general. En León, Aragón y Cataluña aún significa “bochorno”.
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Fuentes
Juan Gil,Real Academia Española. "300 historias de palabras: Cómo nacen y llegan hasta nosotros las palabras que usamos". Ed. Planeta, 2015. ISBN: 9788467046465. Pág. 119