Una monedita, por amor de… la diosa vecina
Una monedita, por amor de… la diosa vecina
Una monedita, por amor de… la diosa vecina
En 390 a.C. Roma sufrió un ataque nocturno a manos de galos. Los gansos del templo de Juno dieron la alarma, y por eso la diosa pasó en adelante a recibir el apodo de Moneta, “La Avisadora”. Dado que junto a su templo estaba el sitio donde se acuñaba el metal, los romanos comenzaron a hablar de moneta para referirse a esas piezas. Por eso hoy hablamos de moneda, y los angloparlantes de money y de mint.
Ver también, relacionado con este mismo ataque: el suplicio de los perros.
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Fuentes
1-
Juan Gil, Real Academia Española. "300 historias de palabras: Cómo nacen y llegan hasta nosotros las palabras que usamos". Ed. Planeta, 2015. ISBN: 9788467046465. Pág. 330 2-
Corominas, Joan. "Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana". Ed. Gredos, 1980. ISBN 8424913329, pág. 377