No para enzarzarse en la raíz etimológica tampoco
No para enzarzarse en la raíz etimológica tampoco
No para enzarzarse en la raíz etimológica tampoco
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En los años treinta del siglo XVII, en un lugar cercano a Madrid donde abundaban las zarzas, tomó forma el parque Monte de El Pardo. Los monarcas solían frecuentarlo para descansar, y como parte de la entretención se presentaban óperas cómicas que alterna partes cantadas y habladas. Por eso hoy las llamamos de zarzuelas.
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Fuentes
Juan Gil, Real Academia Española. "300 historias de palabras: Cómo nacen y llegan hasta nosotros las palabras que usamos". Ed. Planeta, 2015. ISBN: 9788467046465. Pág. 503