“Rana seré, pero una de lo más animosa”
“Rana seré, pero una de lo más animosa”
“Rana seré, pero una de lo más animosa”
Felipe V de España se ganó el apodo de Animoso por su apatía congénita. Pasaba días enteros en cama, a veces orinando o incluso defecando en las sábanas. Invertía día y noche, de modo que las audiencias con los embajadores se celebraban a medianoche. Intentaba huir del palacio medio desnudo a primeras horas de la mañana, por lo que la reina cambiaba las cerraduras con frecuencia e instruía a los guardias a no dejarlo salir. Sufría alucinaciones y de noche se mordía, gritaba, o empezaba a cantar. Padecía ataques de bulimia y comía sin parar por una hora. En una ocasión pensó que estaba muerto, y en otra se creyó rana.
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Fuentes
Henry Kamen. "El rey loco y otros misterios de la España imperial". Ed. La Esfera de los Libros, 2012. ISBN: 9788499707815. Pág. 278 https://books.google.cl/books?id=4ongAgAAQBAJ&pg=PT278