“Cuántas veces te he dicho que no me mires la falda mientras tragas”
“Cuántas veces te he dicho que no me mires la falda mientras tragas”
“Cuántas veces te he dicho que no me mires la falda mientras tragas”
Al revés que los humanos (y que casi cada animal) es la mandíbula superior de los flamencos y no la inferior la que está articulada. Por esa razón, solo pueden comer con la cabeza dada vuelta hacia abajo
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Fuentes
Bruce McMillan. "Wild Flamingos". Ed. Houghton Mifflin Harcourt, 1997. ISBN: 5845459,97804. Pág. 9 https://books.google.com.pe/books?id=lMHZkL03XpAC&pg=PT9