“Donde fueres… haz como si estuvieras en el Valle del Elqui”
“Donde fueres… haz como si estuvieras en el Valle del Elqui”
“Donde fueres… haz como si estuvieras en el Valle del Elqui”
En diciembre de 1945, Gabriela Mistral viajó a Estocolmo para recibir el Premio Nobel. El padre de su traductora organizó un banquete, con miembros de la Academia Sueca y el embajador chileno. Como broche de oro, mandó a traer un racimo de uvas desde África del Norte por avión.
En la comida, Gabriela estaba cansada y se apoyó en lo que creyó que era la pata de la mesa. Era la pierna de un miembro de la Academia Sueca, paralizado para no importunar a la invitada de honor.
Cuenta Beritta Sjörberg, la traductora:
“Llegó el momento del postre. Mucha de quienes estábamos en esa comida no habíamos visto una fruta en siete años de guerra. Mi padre presentó ese enorme racimo de uvas, con un hielo iluminado por debajo. Todos quedamos sorprendidos. A un costado había una tijera de plata para cortar una o dos uvas. Se lo mostraron a Gabriela, pero nadie sabía que ella provenía de un valle lleno de esta fruta. Cuando lo vio, agradeció y, bajo su costumbre, se comió el racimo entero. Quedamos en silencio. Ella no sabía y nosotros tampoco”.
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Fuentes
Luis Miranda Valderrama. "Los desconocidos días de la Mistral en Estocolmo". El Mercurio Online, 20 de Diciembre de 2008 http://www.emol.com/especiales/2009/arte_cultura_religion/mistral/desconocidos.htm