“Solo le hacía honor al apellido de la difunta, nada más”
“Solo le hacía honor al apellido de la difunta, nada más”
“Solo le hacía honor al apellido de la difunta, nada más”
El radiólogo Georg Carl Tänzler desarrolló una obsesión con una joven paciente de tuberculosis, Elena Milagro de Hoyos. En 1933, casi dos años después de su muerte, exhumó su cadáver y lo mantuvo en su casa durante siete años hasta que lo pillaron familiares de de Hoyos.
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Fuentes
Swicegood, Tom. "Von Cosel". Ed. iUniverse, 2003. ISBN 978-0-595-74652-1.