Campeón de la ciencia… y las ironías
Campeón de la ciencia… y las ironías
Campeón de la ciencia… y las ironías
Hacia fines del siglo XIX, George Westinghouse y Thomas Alva Edison libraron la llamada “guerra de las corrientes”. El primero empujaba la corriente alterna y el segundo la continua. Edison utilizó todo tipo de artimañas sucias para enlodar la tecnología de su rival, argumentando que suponía un peligro letal. Electrocutó animales varios, procuró que la nueva silla eléctrica fuera asociada a la tecnología de Westinghouse, presionó la legislación para imponer restricciones a la corriente alterna, etcétera.
Lo cierto es que la corriente alterna no suponía riesgos inevitables, y Westinghouse ganó la guerra. Poco antes de morir, recibió el máximo honor de la ingeniería norteamericana, que es paradojalmente la IEEE Edison Medal.
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Fuentes
Moran, Richard. "Executioner's Current: Thomas Edison, George Westinghouse, and the Invention of the Electric Chair". Ed. Knopf Doubleday Publishing Group, 2007. ISBN 978-0-37572-446-6.