Tras el Gran Incendio de Londres de 1666, que devastó el 80% de la ciudad, culparon Robert Hubert, un relojero francés, quien por algún insondable motivo confesó haber lanzado a la panadería donde comenzó todo un artefacto incendiario a través de una ventana. Hubert era un cojo incapaz de huir, no estaba en Inglaterra cuando se inició el fuego y la panadería no tenía ventanas. Pero como extranjero y católico, resultaba un perfecto chivo expiatorio. Fue ahorcado de todas formas.

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Fuentes

1-

Adrian Tinniswood. "By Permission Of Heaven: The Story of the Great Fire of London". Ed. Random House, 2011. ISBN: 9781446402719. Pág. 167 https://books.google.cl/books?id=nTmXyt3t-WUC&pg=PA167 2-

Ed Glinert. "East End Chronicles". Ed. Allen Lane, 2005. ISBN: 9780713997743. Pág. 8 https://books.google.cl/books?id=E31nAAAAMAAJ&q=%22there+was+no+window+at+Farriner%22