“Mi principal virtud es la autocrítica”
“Mi principal virtud es la autocrítica”
“Mi principal virtud es la autocrítica”
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En 1966, Mao impulsó en China la Gran Revolución Cultural Proletaria. Los exámenes de ingreso a la universidad fueron abolidos y los programas redefinidos para enseñar básicamente distintas variaciones de las cantinelas revolucionarias. Se decidió refundar la cultura china destruyendo “lo antiguo” y “lo burgués”, y la responsabilidad de interpretar una consigna así de difusa quedó en manos de los mismos inexpertos guardias rojos. Siglos de arte, libros y edificios “antiguos” fueron convertidos en cenizas. Se clausuró la mayoría de los templos budistas y taoístas, y muchos monjes fueron forzados a seguir programas de “reeducación”. Cientos de miles de intelectuales, artistas y profesores empolvaban sus neuronas en largas horas de cosechas manuales o cuidando cerdos. Muchos de ellos eran sometidos a sesiones de autocrítica. Con buena parte de la élite profesional exiliada o fallecida en los campos de trabajo rurales, el desarrollo en años futuros se iba a dificultar aún más.
La evaluación del propio Mao: “70% positivo, 30% negativo”.
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Fuentes
Roderick Macfarquhar, Michael Schoenhals. "Mao's Last Revolution". Ed. Harvard University Press, 2009. ISBN: 9780674040410. Pág. 409 http://books.google.rs/books?id=Ch0bH0uX8U0C&pg=PA409