Al comenzar la colonización de Australia, el plan de Thomas Townshend, Lord Sydney, era que no habría ni alcohol ni dinero, porque sin ellos no habría crimen. Sin circulante legal, Australia se volvió una economía de trueque y en Nueva Gales del Sur la moneda principal acabó siendo el ron. Cuando se trata de alcohol hoy asociamos a Australia con vino, pero ello es un fenómeno posterior. El primer libro de vitivinicultura publicado allá es de 1803, traducido del francés. Por desgracia el traductor olvidó invertir las estaciones, con el resultado de que en la primera temporada las vides fueron podadas en pleno verano.

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Fuentes

Mark Forsyth. "Una borrachera cósmica: Una historia universal del placer de beber". Ed. Editorial Ariel, 2019. ISBN: 9788434431522. Pág. 151