Por fortuna el fútbol se escribe con los pies
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Previo al Mundial de Suecia 1958, Garrincha, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, fue sometido a un test de destrezas cognitivas diseñado para los trabajadores de la Compañía Municipal de Transportes Colectivos de São Paulo. Obtuvo 38 puntos de 123 posibles. No lo habrían aceptado para manejar un autobús. Lo hizo tan mal, que ni el formulario pudo completar correctamente: en el cuadro “profesión” escribió “atreta” en lugar de “atleta”
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Fuentes
Ruy Castro. "Garrincha: The Triumph and Tragedy of Brazil's Forgotten Footballing Hero". Ed. Random House, 2011. ISBN: 9781448128051. Pág. 100 https://books.google.cl/books?id=e0YtjS9yfU0C&pg=PA100