“Lo honramos, pero a higiénica distancia”
“Lo honramos, pero a higiénica distancia”
“Lo honramos, pero a higiénica distancia”
En los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, el afroamericano Jesse Owens le aguó la fiesta de supremacía blanca a Hitler, al ganar cuatro medallas de oro en pruebas de velocidad y salto largo.
De vuelta en Estados Unidos, se organizó una bienvenida triunfal, con desfile por Broadway y toneladas de papel picado. En medio del desfile, un anónimo le entregó una bolsa con US$ 10.000.
El desfile culminó en el Hotel Waldorf Astoria, donde se preparó una recepción en su honor. Por su condición racial, se le impidió a Owens utilizar el ascensor, y tuvo que subir en el ascensor de carga.
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Fuentes
Jeff Burlingame. "Jesse Owens: I Always Loved Running". Ed. Enslow Publishers, Inc., 2011. ISBN: 9780766034976. Pág. 83 https://books.google.cl/books?id=aUDV71LSFFMC&pg=PP83