No hay publicidad mala… salvo fantasías sexuales con santos
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En 1989, Madonna firmó un contrato gigantesco con Pepsi. Un día después del lanzamiento del spot, Madonna lanzó el clip de Like a Prayer, donde baila frente a cruces en llamas y sostiene una fantasía sexual con un santo. Lo que se suponía que sería un medio para incrementar las ventas, terminó con boicots internacionales contra Pepsi y sus subsidiarias, incluyendo Kentucky Fried Chicken, Taco Bell y Pizza Hut. Hasta Juan Pablo II instó a los italianos a abstenerse de sus recitales. Los ejecutivos estaban tan ofuscados que, con tal de desvincularse cuanto antes, permitieron a Madonna retener los cinco millones de dólares pagados por adelantado.
El video de Like a Prayer ganó una de sus categorías en los premios MTV de ese año. Irónicamente, el galardón era auspiciado por… Pepsi. Madonna subió al estrado y aprovechó su discurso para azuzar el escozor: “Quisiera realmente agradecer a Pepsi por causar tanta controversia”.
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Fuentes
Taraborrelli, Randy J. (2002). Madonna: An Intimate Biography. Simon and Schuster. ISBN 978-1-4165-8346-2 Pág. 175