Nada como el óleo fresco para resolver juicios
Nada como el óleo fresco para resolver juicios
Nada como el óleo fresco para resolver juicios
Durante la década de 1960, Walter Keane se volvió uno de los artistas plásticos más populares del medio, gracias a sus pinturas de personas con enormes ojos. En realidad, las obras eran realizadas en secreto por su esposa, Margaret Keane.
La pareja se divorció en 1965, y Walter no pudo seguir produciendo. Tras cinco años aún en el anonimato, Margaret decidió revelar la verdad, y anunció la verdadera autoría en un programa de radio en Hawái. Walter negó los cargos, y el caso llegó a tribunales.
El juez, incapaz de encontrar más pruebas que los testimonios contradictorios entre uno y otro, finalmente decidió darles una hora para pintar en plena corte, a objeto de zanjar el caso. Walter, quien no sabía pintar realmente, dejó la tela en blanco, acusando un hombro lesionado. Margaret, por el contrario, una de sus pinturas características en 53 minutos, y con ello ganó el caso.
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Fuentes
Spindler, Amy M. "Style; An Eye for an Eye". The New York Times, 23 de mayo de 1999. http://www.nytimes.com/1999/05/23/magazine/style-an-eye-for-an-eye.html