Pura pasión por la óptica
Pura pasión por la óptica
Pura pasión por la óptica
Isaac Newton solía experimentar consigo mismo. Una vez, para ver que ocurría, insertó una larga aguja (un “bodkin”) en en su ojo y la frotó, intentando llegar al hueso. En sus palabras:
“betwixt my eye and the bone as near to [the] backside of my eye as I could”.
(“froté mi ojo y el hueso tan cerca de el fondo de mi cuenca como pude”)
Curiosamente, nada permanente ocurrió.
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Bonus Track
En su juventud, Newton cultivaba la dañina costumbre de mirar la imagen del sol en un espejo: "Tras algunas horas [...] no podía mirar objetos brillantes con ningún ojo, pero veía al Sol a frente mio". Una vez lo miró a ojo desnudo tanto como pudiera soportarlo, y tuvo que pasar algunos días en un cuarto oscuro para recuperarse.
Fuentes
Bryson, Bill. "A Short Story of Nearly Everything". Ed. Black Swan, 2004. ISBN 0552997048. Pág. 70