Habitualmente, los animales carnívoros tienen los dos ojos al frente. Ello permite visión binocular, proveyendo la profundidad de campo necesaria para la caza. Como contrapartida, su ángulo de visión es estrecho, y deben girar la cabeza para ver a sus lados.

Los herbívoros, en cambio, suelen tener ojos en los lados. Ello restringe su visión binocular a un ángulo muy estrecho al frente (el área de traslape de ambos ojos), pero a cambio les ofrece un amplio rango de visión, idóneo para escapar de un depredador.

Por similares motivos, los depredadores suelen exhibir pupilas alargadas en sentido vertical para juzgar la distancia a sus presas al acechar (observe el gato más cercano). Animales de presa, en cambio, suelen lucir pupilas alargadas en sentido horizontal, configuración que les concede visión panorámica.

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Fuentes

George R. McGhee. "Convergent Evolution: Limited Forms Most Beautiful". Ed. MIT Press, 2011. ISBN: 9780262016421. Pág. 30 https://books.google.cl/books?id=QwDSr1qdqXUC&pg=PA30