Asiduo cliente de la Confitería Torres, Ramón Barros Luco reincidía en un sándwich de carne y queso (cuya existencia, innecesario aclarar, ya era más vieja que el hilo negro). El restaurante más antiguo de Chile aún en operaciones nunca patentó el nombre y el concepto se propagó por cuanta fuente de soda medrara entre los Andes y el Pacífico.

Años después, en el Club de la Unión llamaron a la variante jamón-queso “Barros Jarpa”. El varias veces ministro Ernesto Barros Jarpa inquirió una vez a un mesero por el motivo. Le explicó que durante una veda de carne necesitaban una alternativa y lo denominaron así por simple asociación sonora. “Pero yo prefiero el Barros Luco”, aclaraba el homenajeado.

Vota!

Fuentes

Hernán Millás. "Habráse visto". Ed. Andrés Bello, 1993. ISBN: 9789561311589. Pág. 20 https://books.google.cl/books?id=CXARACYruIkC&pg=PA20