“En realidad me quería divorciar y no me atrevía a decírselo”
“En realidad me quería divorciar y no me atrevía a decírselo”
“En realidad me quería divorciar y no me atrevía a decírselo”
En 2004, Paulo Diogo celebró uno de los goles de su equipo, el Servette, escalando la reja del estadio. Al saltar de vuelta, no notó que su anillo de compromiso estaba enganchado, y se arrancó la falange superior de su dedo anular.
Pese a su tragedia, el árbitro lo amonestó con tarjeta amarilla por excederse en la celebración.
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Fuentes
Mike Baker. "No pity for Diogo's fickle finger of fate". The Guardian, 7 de diciembre de 2004 http://www.theguardian.com/football/2004/dec/07/newsstory.sport12