Al menos lo de los “los muertos vivientes” no era publicidad engañosa
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Entre 1918 y 1928 se vendía una bebida radioactiva llamada Radithor, que contenía radio 226 y radio 228. Se comercializaba con los eslóganes de “Una cura para los muertos vivientes” y “Perpetuo brillo del sol”. Afirmaba que curaba, entre otros males, la impotencia.
La víctima más famosa fue el industrialista y golfista Eben Byers. En 1931 la Comisión Federal de Comercio le pidió que testificara sobre su experiencia, pero estaba demasiado enfermo para viajar, por lo que la comisión envió un abogado a su casa. El hombre informó que Byers había perdido toda la mandíbula superior, a excepción de dos dientes frontales y la mayor parte de la mandíbula inferior, y que todo el tejido óseo restante de su cuerpo se estaba desintegrando, al tiempo que se estaba formando agujeros en su cráneo.
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Fuentes
1-
David Dary. "Frontier Medicine". Ed. Knopf Doubleday Publishing Group, 2008. ISBN: 9780307270313. Pág. 288 https://books.google.cl/books?id=dZvar-YPOM0C&pg=PA288
2-
Winslow, Ron. "The Radium Water Worked Fine until His Jaw Came Off". Wall Street Journal, 1 de agosto de 1990, pág. A1