“Aló ¿Mamá? Sí, soy Julián. Ni te imaginas cuanta mesada me debes”
“Aló ¿Mamá? Sí, soy Julián. Ni te imaginas cuanta mesada me debes”
“Aló ¿Mamá? Sí, soy Julián. Ni te imaginas cuanta mesada me debes”
En 2015 Julián Hernández postuló a una universidad en Ohio, pero su número de seguridad social no calzaba con los registros. El encargado se percató de que desde 2002 figuraba en la lista del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Solo entonces Hernández se enteró de que había sido raptado a los 5 años de edad por su padre, que vivía con otra mujer, mientras su madre ignoraba su paradero.