Al menos se sabe que de stress no murieron
Al menos se sabe que de stress no murieron
Al menos se sabe que de stress no murieron
Algunos monjes budistas de la escuela Vajrayana, en la zona de Yamagata, norte de Japón, practicaban lo que se conoce como Sokushinbutsu (即身仏): la práctica de la austeridad y el ayuno hasta la muerte y momificación.
Durante unos 3.000 días seguían una dieta estrictísima basaba en agujas de pino, resinas y semillas de montaña, que acaba por eliminar la grasa corporal. La ingesta de líquido se reducía en forma paulatina hasta su total detención para deshidratar tejidos y jibarizar órganos internos. Luego eran enterrados vivos en un cofre de madera de pino lleno de sal, conectada por un tubo de ventilación. De vez en cuando tañían una campanilla que indicaba vida. Si todo salía bien, la muerte los alcanzada en estado de meditación, entonando el nenbutsu, un mantra sobre Buda. La campanilla dejaba de sonar y el tubo era removido. El cuerpo se conservaba de forma natural como momia, con piel y dientes intactos.
Aunque sin cofres ni campanillas, el monje tailandés Luang Pho Daeng culminó su proceso en 1973 y su cuerpo momificado aún se exhibe en el templo de Khunaram. Luce gafas de sol para ocultar las cuencas descompuestas y tornar el espectáculo ligeramente menos aterrador. Geckos nativos ponen huevos debajo de la piel del cadáver.
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Fuentes
Hori, Ichiro (1962). "Self-Mummified Buddhas in Japan. An Aspect of the Shugen-Dô ("Mountain Asceticism") Sect". History of Religions 1 (2): 222–242. doi:10.1086/462445. ISSN 0018-2710. JSTOR 1062053 http://dx.doi.org/10.1086%2F462445