Hasta el siglo XIX existía en el Reino Unido una raza de perro especializada en hacer girar una rueda, de manera de permitir que la comida se cocinara de manera pareja. Por eso era pequeño y de cuerpo alargado, con patas muy fuertes. Se lo llamaba “turnspit dog”, en referencia al nombre de la máquina que giraba. También se lo conoce en castellano como “perro cocinero”.

Se extinguió con el advenimiento de los motores surgidos durante la revolución industrial.

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Fuentes

Coren, Stanley. "The Pawprints of History: Dogs and the Course of Human Events". Simon and Schuster, 2002. Págs. 246–247. ISBN 978-0-7432-2228-0.