“Y de postre, riñón de princesa”
“Y de postre, riñón de princesa”
“Y de postre, riñón de princesa”
El clérigo británico William Buckland (1784 – 1856), autor de la primera descripción completa de un dinosaurio, cultivaba la costumbre de comer todo lo se le pusiera por delante. Su hijo Francis, quien compartía su peculiar costumbre, acordó con el zoológico de Londres recibir un corte de todo lo que allí muriera. Así, pasaron por su paladar alimañas tales como panteras, cocodrilos, topos y, lo más asqueroso a su juicio, moscardones estofados. En una ocasión, su amigo el arzobispo de York le presentó el corazón embalsamado de Luis XVI dentro de una caja de rapé, que el prelado había traído desde París durante la revolución. Buckland anunció que nunca había comido el corazón de un rey y, ante de que el arzobispo pudiera evitarlo, se lo tragó.
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Fuentes
Walter Gratzer. "Eurekas and Euphorias: The Oxford Book of Scientific Anecdotes". Ed. Oxford University Press, 2004. ISBN: 9780198609407. Págs. 30-31 https://books.google.cl/books?id=yDBep9y0SVsC&pg=PA30